ESTAMOS DE PUENTE

Llegó el puente de la Constitución o Inmaculada (para los más católicos, apostólicos y romanos) y con él cientos de desplazamientos en la carretera y una nueva lista de accidentes que ya se ha inagurado para no variar.

Para los que no hemos viajado más lejos que de vuelta a casa a ver a la familia, el puente se presenta canalla: OTRO FIN DE SEMANA LLENO DE TRABAJOS QUE HACER. "¿Merece la pena tener puente?", me pregunto a mí misma dos mil veces al día. "No", me respondo de inmediato las dos mil veces. No estoy loca por conversar conmigo misma pero "en verdad" si tener puente significa doble o triple sesión de estudiar + aprovechar para ir a casa y estar con tu gente + aprovechar el viernes, único día que no es fiesta, para hacer los típicos asuntos que dejas para el día que tienes libre + encontrar un poco de tiempo para relajarte, ¿por qué no dejamos el puente en un simple fin de semana?

En fin, feliz puente a todos los que esteis de vacaciones y a los que no, resignación.

(Si ahora mismo quiero un puente, es el de la foto)