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domingo, 23 de marzo de 2008

PONGAMOS QUE HABLO DE MADRID

No es que tenga mono de blog, no panic, pero es que esta semana me ha sido imposible actualizar y hoy, domingo de resurrección me veo en la obligación de resucitar al blog.
Una ya va cogiendo edad y aunque obviamente me falta mucho por vivir, creo que lo del otro día en Madrid será una de esas experiencias inolvidables para el resto de los tiempos. La verdad es que en un principio dudé sobre el viaje. Hacía poco tiempo que había estado en Madrid y tenía que pensarlo ya que la economía juvenil siempre es más precaria que la del trabajador pero bueno por fin las chonis proponían un plan tan tentador que no pude decir no. El master nos transportó hasta San Sebastian de los Reyes, en concreto a Antena 3 o como dice Choni Celia "A penas 3" y allí empezamos a enloquecer con los platós de programas como "El diario de Patricia", "¿Dónde estás corazón?" o el estudio de los informativos de A3. Private del todo cuando la azafata que portaba un modelo de la posguerra nos dijo que ibamos a ver como grababan "La ruleta de la fortuna", con el mister Jorge Fernández como presentador, que la verdad, prefiero quedarme con su mito televisivo ¿dónde están los kilos que te faltan corazón? El mozo, encantado de la vida y de sí mismo, guiñó su ojo a un puñado de chonis privadas que entraron en el lugar, vamos nosotras, pero no quedó constancia de que distinguiera en concreto donde iba su mirada a juzgar por el vagueo de su ojo digno de un parche infantil.
Después de privarnos en "A penas 3" pasamos a Globomedia, donde podemos decir que culminamos nuestro sueño personal: ver el rodaje de Aida. Anda que no priva descubrir que Luisma tiene más volumen del que aparenta, que la Macu es igual de fea en persona, que Mauricio no tiene bigote en la realidad o que el Machupichu es español. No solo tuvimos la suerte de ver Aida sino que estuvimos en directo en "Sé lo que hicisteis" con Patricia Conde en persona, y ahí experimenté uno de esos momentos en los que una piensa, ¿con mujeres en el mundo así donde pretendo salir yo?. Y más decorados y más privaciones,...
Tras una tarde entre el Bar Reinols y la tienda de Chema, nos fuimos a casa de Nachor, hermano de María Or, que nos cedió su hogar amablemente para pasar un finde de locura, desfase y casi lujuria travesti. Empezamos la noche del viernes con "Hoy no me puedo levantar", frase que taladraba mi mente el lunes por la mañana cuando tuve que apagar el despertador a las 8:15 para ir a clase. Cuando creímos que nada superaría aquel viernes de infarto, dimos la bienvenida al sábado. Paseamos por los Mandriles, calles y más calles por las que seguíamos a Nachor, nuestro guía sin replicar. (Así da gusto ir por Madrid, casi parecíamos autóctonos y por tanto menos susceptibles de robo, que es todo un placer tras la última expedición).
Retornamos al hogar y Or procedió a hacer su "siesta express", 9 minutos de sueño que casi te levantan peor de lo que estás, así que la noche no prometía mucho. Sin embargo, unos vinos más tarde la noche era nuestra, bueno y de otros muchos que se congregaban en las calles de Chueca para hacer del sábado su bacanal. Sin plan, sin conocer un solo lugar y casi sin rumbo ibamos de bar en bar encaminados por los camareros de los locales de Chueca. Nunca vi tanto hombre por metro cuadrado en un solo bar. Poder estar a tu bola sin soportar al mirón-sobón-cansino de turno y no tener que hacer cola para entrar en un baño lleno de porquería son las grandes ventajas de locales como el Liquid. Los delirios de la noche no terminaban y culminaron en forma de bar, el Delirio, donde después de hacer una cola interminable todo estaba permitido y podíamos sentirnos como las chicas de Fama mientras nadie nos miraba y nuestros acompañantes masculinos no levantaban el culo de los asientos de la pared a prueba de misiles "toma-hawk". La noche terminó con sabor a los Cosmopolitan que habíamos tomado en el Bebot creyendonos Carrie Bradshaw y las suyas por un día y con la idea de visitar el Prado a la mañana siguiente. A las 7 de la mañana la estampa era bastante diferente: un sofa-cama, 4 personas (2 de ellas ebrias) y Alonso dando vueltas con su penoso Renault pusieron fin a la noche más privante jamás vivida. Lo del domingo fue pura resaca calmada con ibuprofeno, litros de agua y una visita al Prado donde los estragos del alcohol nos hacían confundir a las pinturas del museo con retratos de Falete de pequeño.
Volvimos a casa como Aves, con risas, sin voz, menos dinero, una maleta de ropa sucia y "cienes" de historias para la posteridad.

4 comentarios:

C.M.G. dijo...

Falete, George Bush hijo y la Montrua, todos junticos en la misma sala. Unos metros más allá la abuela de esca.... El Prado se confabuló para que siguiéramos riendo tanto como la noche anterior, si o no?

Diego M.O. dijo...

y tanto

mom dijo...

Dios, que bien me lo pasé!Tenemos mucho peligro.

medejasprivada dijo...

Es que no se puede estar tan desbocadas Or. Tenemos que volver a esos sitios, si o no?