ENTRE "CLIS" ANDA EL JUEGO

Parece que la primavera no solo ha llegado al Corte Inglés. Hoy hemos podido disfrutar de una agradable tarde primaveral así que sin ánimo de dejarla pasar nos hemos ido a pasear un poco. Con la broma de la broma hemos aparecido en la plaza del Pilar donde había una importante cola para entrar en la Basílica pero nosotros hemos pasado de todo evento religioso y nos hemos ido de cabeza a la exposición de los Playmobil. ¡Qué privación! Parecíamos tonticos recordando los juguetes de nuestra infancia, hoy más que nunca hemos sido de nuevo niños pequeños y hemos recordado nuestra infancia, lejana y remota si la comparamos con la de esos niños inertes que no se privaban al ver el fuerte de Playmobil o el barco pirata en la exposición. ¿Quién no ha jugado a los "clis" en su vida? Si no es así, lo siento joven pero no has tenido infancia. Quitarles y ponerles pelo, cambiar los sombreros de unos a otros, mover las barbas de los señores,...
Hoy hemos vuelto a ser pequeños por un momento. Hemos recordado el día de los Reyes donde siempre caía un Playmobil. He visto una mansión Playmobil como la mía y me he privado en ese momento. Confieso que a unos días de un cuarto de siglo mi casita de clis todavía está montada en Albarracín. ¿Y lo que molaba montar el regalo el día de Reyes por la mañana? Saca todas las piezas, monta las flores en sus ramos, el tejado de la casa, las velas del barco,... Sin playmobil no hay infancia; ni la codiciada wii o la popular Playstation pueden sustituir esos recuerdos. Las nuevas generaciones recordarán, ¿vaya, me acuerdo que me pasé el tercer mundo del universo Pikachu cuando todavía iba por el segundo estado vegetativo sin evolución de los Dragon Ball. Nosotros recordamos jugar con los amigos o vecinos a los Playmobil, conquistar castillos con las pequeñas figuritas o emparejar o desemparejar a las familias.

Visita obligada para los jovenes de los ochenta en Plaza del Pilar. No lo olvideis. Además sortean piezas de las expuestas.