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lunes, 4 de febrero de 2008

VOLVER A EMPEZAR


Nos despedimos de la radio hace casi dos semanas y ya la echo de menos. Vaya por diós, con lo bien que lo pasamos en aquel taller. El emplazamiento era agradable, excepto que nunca comprendí porque en el Centro de Tecnologías Avanzadas no había wi-fi y en caso de no haberlo, porque no había una conexión decente al menos para todos los ordenadores de la sala.

Por lo demás puedo decir que el tener una maquinita de café de Vending tan cerca siempre era agradable porque cuando la cabeza estaba a punto de explotar podíamos salir a refrescar un poco los humos mentales.

Obviamente no todo se limita a un emplazamiento. Desde luego que todo iba en concordancia y los profesores que por allí pasaron son de aquellos que siempre recordaremos. Como olvidar al mítico Javier Romero, de Alcorcón como la terremoto, que es "un tío de categoría" como dicen por mi city. Y esa privación que sufrimos todas las chonis al ver a David Marqueta. ¡Qué baje Diós y lo vea! Por fin, meses después de haber comenzado este master hemos visto lo que estabamos esperando. Mención especial para Camino y E. Pérez que también nos hicieron pasarlo bien. Camino incluso nos invitó a pasar una tarde en el teatro Kodak de Los Ángeles, casi nada.

Ahora que se nos ha pasado el "faccinio" (del verbo faccinar) de la radio tenemos que volver al emplazamiento de siempre, con esos señores bibliotecarios a la entrada junto al detector de metales a prueba de robalibros que parece se han tragado un sifón y no parán de hacer sssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssshhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh nada más vernos. Estoy valorando seriamente la posibilidad de pensar que estos señores tienen unos rayos-X en los ojos que nos detectan a la primera y se les activa el control sifón en la mente de modo automático. Hemos vuelto al Luces y hemos dejado a un lado la máquina de Vending, que por un lado no está mal, siempre tenemos la posibilidad de tomar un pincho de tortilla de la Yaya- Luces que nos deja privados para el resto del día. Y por último hemos pasado de viajar en un mini bicolor con glamour propio de Francisco Vitoria a retomar el tren-dos (expresión que usa abu para decir ir andando). ¿Estaremos preparados para afrontar el shock ante tal cambio? Seguro que el reencuentro con los caramelos de nuestra querida Yolanda nos levanta el ánimo.

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